Lo que nadie te dice de ser emprendedor: La soledad del mando

El concepto de soledad en el mando es conocido por los marinos desde el siglo XVII. Joseph Conrad lo menciona en su libro Typhoon en 1919 y consiste en la imagen que el capitán del barco es el responsable último de todo. Por ese motivo, si es que algo le pasa a un navío, el líder se hunde con él.

Photo by Patrick Fore on Unsplash

Los emprendedores hoy en día suelen sentir esa soledad, esa aguda sensación de que la responsabilidad recae sobre ti y, mientras que tu equipo tiene a alguien a quien recurrir (tú), nosotros no tenemos a nadie.


A veces, cuando emprendes sientes estas ganas de volver a tener un jefe para poder consultarle si la dirección que estás tomando es la correcta. En ese sentido, el recurso más cercano que tienes para tomar decisiones son tus propios clientes que prueban tu producto o servicio. Ellos son los que te marcan la pauta y te terminan guiando sobre qué es lo que debes y no debes priorizar.

gray computer monitor
Photo by Patrick Tomasso on Unsplash

A pesar de que lo que comento puede parecer fácil, no lo es y da muchísimo miedo. Cada vez que una persona que recién emprende me comenta el miedo que tiene de lanzarse, me saca una sonrisa. Lo que esa persona no sabe es que nuestro gran secreto es que vivimos con miedo todo el tiempo. Es más, ese miedo va incrementando en la medida que más crece tu negocio. Ahora yo tengo muchas más responsabilidades que recaen en mis decisiones y eso genera una experiencia de soledad que es inevitable vivir por el papel que cumplimos.


Sin embargo, hay una forma de poder sobrellevar esa soledad: la resiliencia, que es la capacidad que tiene una persona de superar circunstancias difíciles en la vida y perseverar.
Ahora, ¿cómo hacer crecer esa resiliencia? Aquí te dejo 5 tips que me han ayudado mucho en toda la aventura por llevar mis navíos a buen término.

1. Enfócate en crear un sistema que agrupe tus metas

La capacidad de establecer objetivos y construir un sistema que te permita alcanzarlos es clave para rendir cuentas sobre ti mismo. Si tú mismo no estás constantemente retándote será difícil que alguien más lo haga.

2. Potencia tus habilidades retando tu zona de confort

No te esfuerces por corregir tus debilidades; potencia tus fortalezas. Esa es la forma más eficiente del uso de tu tiempo. Ojo, esto no tiene que ver con estar en una situación cómoda todo el tiempo. Busca exigirle constantemente a tus habilidades y talento para que pasen a un siguiente nivel.

Por ejemplo, hace 2 años sabía que era bueno contando historias y me apasionaban los negocios. ¿Cómo lo llevé a un siguiente nivel? Rompí el miedo de hablar a través de una cámara y empecé a crear contenido en redes sociales. Al comienzo hay una inercia muy fuerte y un síndrome del impostor que te carcome por dentro, pero en la medida que vas venciéndote, se va haciendo más fácil y van apareciendo nuevos retos.

Las habilidades se potencian cuando las pones en juego

3. Construye relaciones profundas

Eres el promedio de las 5 personas con las que más te relacionas

La resiliencia puede crecer a partir de las personas que te rodean. Pasa tiempo con gente que admires y que apunten hacia la misma dirección para que absorbas los hábitos y rasgos que te permitan atravesar los obstáculos de tu camino.

4. Enfócate en lo importante

Decir “sí” a todo es el peor defecto de un emprendedor. Estar ocupado en vez de ser productivo ocasiona que la soledad que vivimos pierda sentido. Como diría Harvey Specter en la serie “Suits”

“Siempre tenemos la capacidad de decidir” Harvey Specter


No obstante, tienes que recordar que cada decisión conlleva a una renuncia. Tienes 2 tipos de decisiones: aquello que te hace sentir cómod@ en el corto plazo o algo que te da una satisfacción profunda al largo.
Para Warren Buffet, en los inicios de su carrera, hubiera sido imposible tomar buenas decisiones de inversión con las cien opciones que tenía para invertir. Por eso decidió invertir solo en los negocios donde se sentía absolutamente seguro y puso todas sus balas ahí.

El 90% de su riqueza lo generó solo por 10 inversiones.

Decir “no” a algo te hace más capaz de decir sí a lo esencial. Esto se ve reflejado en muchas estrategias de negocios. Una de las razones del éxito de Southwest Airlines fue porque el director fue capaz de decir “no” a destinos complicados, “no” a servir comida en los vuelos y “no” a tener “primera clase”.

¿Cómo me enfoco en lo esencial?

Trato de hacer 3 ejercicios personales en la semana:

  • Journaling: Apenas me levanto, suelo dedicarme unos 10-20 minutos para escribir respondiendo como guía las preguntas que están en la imagen inferior. Este espacio para mí es sagrado y me ayuda a pensar con mayor claridad durante el día
  • “Revisión semanal”: Haz una pausa para considerar cuáles son tus trade-offs o “renuncias” cuando tomas una decisión. A mí me ayuda mucho tener un espacio para revisar mi semana cada domingo. De esa forma, veo a qué le estoy dedicando tiempo y esfuerzo en mi semana y si estoy encaminado hacia lo más importanteTarea recurrente en el app Things 3
  • Tiempo de lectura: Reserva tiempo en tu calendario para cultivarte. Los tiempos para leer ver algo nutritivo para tu cerebro es clave. El potencial de leer un libro en el contexto adecuado está infravalorado. Hay libros que llegaron en un buen momento a mi vida y le dieron un giro 360. Por ejemplo, “El arte de empezar 2.0” de Guy Kawasaki sirvió de inspiración para que en setiembre del 2016 (un mes después) funde Kambista.

5. Haz crecer una mirada positiva de ti mismo

Todo el mundo lucha contra la voz en su cabeza llamada “síndrome del impostor”. Yo tengo dos formas sencillas de combatir con este mal. En primer lugar, trato de ganar constantemente. Para eso, me pongo siempre un “No Negociable” del día y no me puedo ir acostar sin haberlo terminado. De hecho, este artículo es mi no-negociable del día. La característica de esta tarea es que no puede ser un “apaga-incendios” o urgente de hacer. La regla es que debe ser una de esas tareas importantes que me acercan más a mis metas personales.

Y, en segundo lugar, vuelvo constantemente a porqué hago lo que hago. Para eso, tengo que hacer una pausa y pensar en mis preguntas guía (imagen abajo). ¿Cuán cerca estás de la intersección de las 3 preguntas? y, si no lo estás, ¿qué tienes que hacer y dejar de hacer para acercarte más?

Compartir en:
También te puede interesar
Aprovecha esta oportunidad
Accede a muchos beneficios que te van a ayudar a crecer en tu negocio. No dejes pasar este momento y suscríbete hoy mismo.